Coletazos de un presunto abuso sexual
Cuando una persona se sienta frente a la pantalla a ver una telenovela, sin duda que muchas veces piensa en la gran imaginación de los libretistas: plantean situaciones que se apartan de lo cotidiano y de la vida real.
Pero hay momentos en que la realidad supera a la ficción. Y es lo que está ocurriendo tras el anuncio del cierre del sumario en la querella contra el actor Cristián Campos por presunto abuso sexual en contra de Raffaella Di Girolamo, la hija de su expareja.
Basto el anuncio del eventual cierre judicial para que comenzaran a aparecer en los medios, especialmente en el diario La Tercera, declaraciones entregadas en los 10 meses que duró la investigación.
Primero se supo del testimonio que entregó la periodista Verónica Neumann, madre del actor Simón Pesutic, que entre otras cosas acusó al actor Pedro Campos de amenazar destruir la carrera de su hijo si ella declaraba en la causa, ya que la madre de la denunciante, Claudia Di Girolamo, tenía poder para hacerlo.
Neumann, luego de la publicación de sus dichos, los desmintió. Y como en el mejor libreto de una telenovela, ambos actores involucrados sacaron un desmentido conjunto, resaltando su amistad.
Pese a que Neumann durante casi toda su declaración habla de distintos episodios que recuerda de su pasado en TVN y que involucran a Di Girolamo, ésta apenas dice haber tenido relación con ella: “A la señora Neumann la conocí en la época de los 90, pero tuvimos contacto tangencial y superficialde dos personas que se saludan por educación y no por amistad”, se lee en su segunda declaración adjuntada al expediente.
En su primera declaración ante el juez, en abril del año pasado, Di Girolamo, tras afirmar que era cierto todo el contenido de la querella, hizo un extenso relato de su vida sentimental, partiendo por el padre de su hija, Ismael Frigerio, con quien estuvo casada hasta que él se fue a vivir a Nueva York.
En cuanto a su vida con Cristián Campos, con quien tuvo dos hijos -Antonio y Pedro- el relato es duro: lo acusa de nunca haber aceptado a la hija Raffaella, de haber sacrificado su carrera por acompañarlo durante una beca que el actor obtuvo en Estados Unidos,
“Cristián era una persona muy egocéntrica protagonista y encantador, él necesitaba la aprobación constantemente… “En cuanto a su conducta dentro de la relación y rutina familiar siempre era yo la que me preocupaba de todos detalles cotidianos, del cuidado de los niños y labores del hogar, si los niños estaban bien o si comían, etc. y Cristián se preocupaba solo de él”, dijo la actriz en parte de su extenso relato.
Nota: Solo le podemos asegurar una cosa, esta historia continuará.