Me entretuve bastante y recordé muchas cosas que la memoria retiene, pero que no actualiza con “De la trompita o de la colita”, título que se explica en la primera de las cuatro historias con que nos maravilla el autor.
El barrio chino de la calle Bandera, donde estaba la boite Zeppelin y donde pasaban muchas cosas, más allá de la diversión. Mediante personajes (muchos ya olvidados) y letras de canciones se construye con perfección una antigua bohemia peligrosa y amenazante.
Después, Freire nos lleva al vibrante escenario de la telenovela “La Madrastra “, donde se cambió la asesina a última hora, descolocando al diario La Tercera, que tenía un concurso llamado “¿Quién mató a Patricia?”, ya que este hecho al final fue corregido, con la complicidad de la Notaría Carvajal.
De ahí saltamos al atletismo, con recuerdos de atletas que la mayoría ha olvidado (Recordón, Inostroza, Plaza y muchos otros) y la gran mayoría de estrato humilde (los canillitas), pero prestos para las grandes hazañas. Para concluir con boxeadores, que fueron financiados por mister Nicky, empresario residente en Miami, de dudosa procedencia. Invirtió con Martin Vargas y Cardenio Ulloa, pero al mismo tiempo escondía sus negocios con la droga y hoy nadie sabe dónde reside.
Historias un poco olvidadas, pero siempre vigentes.
¡Cómo maneja el diálogo Toño Freire! Se advierte su estilo fluido y directo. Sus denuncias cobran actualidad, con un texto apropiado y fácil.
No siempre hemos estado de acuerdo con los temas que elige, pero este lo apoyamos totalmente.
Directo, denunciante, bien documentado, ágil y provocador el lenguaje, donde el autor deja claro su punto de vista social y como ve y enfrenta la actualidad.
Un buen libro, mejor que otros. Un acierto. Léalo y se va a acordar de quienes se lo recomendaron. Definitivamente, Toño Freire es un escritor con más de 20 publicaciones.