Realmente la pasada semana nos trajo situaciones que no habríamos imaginado. El respetado Subsecretario del Interior, enredado en un lío de faldas del que se defendió con elementos que no le correspondían y mezclando con su actuación a los más altos funcionarios del gobierno. Un destacado exfutbolista de Colo Colo y de la Selección Nacional, acusado de abusos sexuales por una tatuadora y ya está en prisión preventiva en Rancagua.
Como es de suponer, ambas situaciones que involucran a la mujer, abren paso a que intervenga el Ministerio de la Mujer y la ministra a cargo se manda algunos “numeritos”, que más vale no recordar.
Estas dos situaciones movilizan a las policías y a los periodistas, logrando una confusión entre la política y la farándula que muchos aplauden, señalando que están cada día más cerca. Casi al lado.
Por otra parte, nuevas acusaciones a la exalcaldesa de Maipú, que ya está en su hogar con prisión preventiva total, mientras otros se esmeran en conseguir que la cumpla en la cárcel.
Además, la gente no ha pescado para nada las elecciones, demostrando que una parte importante de la población vota obligada para no tener que pagar la multa. Todo esto, sumado a una cantidad respetable de homicidios, robos, asaltos, la delincuencia a todo dar y la droga en su máximo esplendor, hacen que en la actualidad nuestro querido Chile ya no sea el mismo de antes… ni mucho menos.
No hay salud, para tanto brindis.