No la escondía, pero nunca lo admitió.
La homosexualidad del actor Cary Grant fue siempre un secreto a voces en Hollywood, hasta su muerte en 1986. Por eso tantas bodas (cinco); de ahí, tantos reportajes que daban cuenta de sus múltiples aventuras pasionales. Tan de ficción como en sus filmes.
Se dice que todos esos matrimonios fueron un montaje de los estudios para proteger al que en esos años era el actor mejor pagado del cine. Alguna vez alguien publicó que actuaba bien hasta de espaldas.
Su relación con el también actor, especializado en filmes del oeste, Randolph Scott fue tema incluso más allá de la relación que mantuvieron por doce años. En 1934, los estudios Paramount obligaron a Grant a casarse con Virginia Cherrill con el fin de acallar las voces sobre su homosexualidad. El matrimonio duró sólo 13 meses.
Tras el divorcio, el actor volvió con Scott, al que muchos consideran la única persona a la que quiso realmente. En 1940 rompieron su relación, presionados por los estudios de cine. Pero nunca dejaron de verse.
Nunca ganó un Oscar, de hecho, solo estuvo nominado en dos ocasiones en su extensa carrera. Sin embargo, no tenía igual en la gran pantalla. Puede que fuese porque, sin duda, pertenecía a ese grupo de actores que partía de su propia presencia y carisma, más allá del personaje. Podría tener muchos nombres y profesiones, pero Cary Grant siempre era Cary Grant, gran atractivo, elegancia, seducción y simpatía.
Criado en la pobreza (incluso fue acróbata en un circo) y con una legendaria fama de tacaño en Hollywood pese a ser durante años el actor mejor pagado del mundo, firmó un contrato prenupcial en todos y cada uno de sus matrimonios. Tuvo solo una hija, Jennifer Grant (1966). Curiosamente, le prohibió dedicarse al mundo de la actuación y esta respetó sus deseos hasta el fallecimiento del actor. Después, apareció en series de TV.
Tanto la hija como sus exesposas han negado de forma más o menos vehemente las relaciones de Grant con hombres. La mayoría opta por la vía del consenso y habla de bisexualidad en torno a un Grant cuya estrecha relación con Scott es innegable tras aparecer en la prensa fotos de ambos conviviendo juntos (en la foto).