¿Corrupción en el Festival de Viña?
“¿Qué te parece que cambiaran el animador del Festival de Viña?, dice la señora Lela y la prima le responde: “Yo creo que eso no tiene ninguna importancia, el problema es mucho más grande y va a quedar una crema importante porque se dice que ha habido corrupción en este evento, desde hace bastante tiempo”. La señora Lela sorprendida le contesta: “¿Quién te dijo eso? Yo no había escuchado nada al respecto”.
“Lo que tú no sabes o no conozcas, no quiere decir que no suceda”, le responde la prima y agrega: “Yo te voy a ir informando de todo. Por el momento, te adelanto que se viene un escándalo de proporciones“. La señora Lela se aventura: “Apuesto que está metida la ex alcaldesa”. La prima sonríe con ironía y remata: “Parece que tú eres adivina”. Las dos se ríen de buena gana.
Los alcaldes y alcaldesas…y las cuentas por rendir
“¿Hasta cuándo vamos a esperar la sentencia para los Alcaldes y Alcaldesas. Por qué la justicia de este país se demora tanto?”, dice la señora Lela, mientras hojea el diario y añade: Hay algunos que ya se sabe que tienen irregularidades en su gestión. ¿Para qué demorar más? “.
“Lo que pasa es que hay mucho trabajo atrasado “, interrumpe la prima”. “No, esa no es la razón. No hables leseras“, sentencia la señora Lela. “Bueno, eso es lo que he escuchado yo“, le dice la prima y abandona el comedor, un tanto molesta. La señora Lela la observa y dice en voz baja. “Todavía hay gente ingenua que cree en el Viejo Pascuero”.
La franja política
“Bastante regularcita la franja de los Constituyentes, no tiene novedad, poco original, repetitiva, obvia y llena de promesas que no se cumplen”, dice atareada la señora Lela. La prima la mira y asiente con un movimiento de cabeza.
“Muchos políticos pasados de moda o personajes desconocidos en la escena política. Además, todos se someten a una autopropaganda que se hace insoportable”, insiste la señora Lela y la prima mueve la cabeza afirmativamente. “¿Y tú no vas a hablar?”, le dice la señora Lela y la prima mueve la cabeza negativamente. Ambas se miran con complicidad y se van a sus piezas.
