En los tiempos que vivimos, hay que cuidarse de lo que se diga o lo que se haga, porque cualquier cosa que no esté de acuerdo con las esquivas mayorías ocasionales, puede provocar una funa violenta y descarnada.
¿Dónde quedó el derecho a pensar distinto, a tener ideas propias y a mirar las cosas de otra manera?
Si una persona tiene una visión diferente, es degradado por ser machista, ignorante, anticuado y cualquier cantidad de descalificaciones que no merece.
El derecho a pensar distinto y a la libertad de expresión, no puede terminarse abruptamente por personas que creen poseer la verdad absoluta y no aceptan que alguien la ponga en duda.
Hay quienes hemos respetado a las mujeres toda la vida y las hemos puesto siempre en un lugar de privilegio en nuestras familias, pero consideramos que el feminismo, a veces se exagera. También, creemos que la clase política no da el ancho, pero que es básica para la democracia y así tantas cosas que nos llevan a la polémica, pero que no pueden concluir en el disgusto y la descalificación ofensiva.
Las redes sociales deben cuidarse de ello, porque de un diálogo ciudadano necesario, podrían transformarse en algo sumamente negativo. Ojalá no suceda
El respeto es lo que se ha perdido. Sería bueno recuperarlo.