Buceando vestida solo con una camiseta blanca revolucionó la industria para siempre.
Jaqueline Bisset, nació en la localidad de Surrey, Inglaterra, en 1944. Hija de un médico británico y una abogada francesa. Gracias a su impresionante belleza, donde despuntaban unos profundos ojos azules y unas facciones angelicales, trabajó como modelo desde los 18 años, lo que sería el paso previo para que comenzara a trabajar en el cine.
Su primer papel destacado sería en la película “Bullit” (1968), donde compartió pantalla con Steve McQueen. El reconocimiento definitivo a sus dotes como actriz llegaría en los años 80’, gracias a títulos como “Bajo el Volcán” (1984), Esta película, dirigida por John Houston, le significó a la actriz una nominación al Globo de oro como mejor actriz.
Luego de rodar la película “Abismo” (1977), junto a los actores Robert Shaw y Nick Nolte, la revista norteamericana Newsweek la calificaría como la “actriz más atractiva de todos los tiempos”, aludiendo a unas comentadas escenas en que nadaba sólo vestida con una camiseta. La revista Time, en tanto, la ungió como “la mujer más hermosa del mundo”.
La promoción de esa película traería muchas consecuencias. Cuando se hizo pública la foto de la actriz buceando vestida solo con una camiseta blanca, se transformó el alcance potencial de los mensajes promocionales en toda la industria cinematográfica.
Supuestamente tomada por un fotógrafo de National Geographic, la foto evocaba a la antigua Venus Genetrix y encendió la polémica cuando se acercaba el día del estreno. Como Bisset nunca obtuvo el consentimiento y la foto se publicó sin su conocimiento a pesar de un acuerdo por el que ella controlaba qué fotos de ella se publicaban, el marketing de la película se aceleró drásticamente a medida que el revuelo en torno a la polémica de la foto se hacía viral. Este fue el nacimiento de una revolución del marketing cinematográfico, donde la línea entre realidad y ficción se desdibujó y el marketing cinematográfico cambió para siempre.
El año 2010, gracias a su distinción, elegancia y belleza que no se condecían con sus 65 años, Bisset se transformó en el rostro de una marca de cosméticos para el lanzamiento de un exclusivo tratamiento antiedad para mujeres mayores de 60 años. “Yo no escondo mi edad, mi piel sí”, fue el lema de esta campaña.
Al contrario de muchas de sus colegas de generación, no sucumbió a las operaciones de cirugía estética para verse más joven. “Mantenerse en forma es esencial, como hacer el amor, trabajo y reflexionar”, es la receta para que “la actriz más atractiva de todos los tiempos” todavía se mantenga vigente.