¿Con quién estoy?

Constantemente se me pregunta con quién estoy y no es extraña la interrogante, ya que en un país cada vez más polarizado, pareciera que hay que tomar obligadamente una posición. Yo pienso distinto porque de pronto estoy de acuerdo con lo que piensa un sector y en otras ocasiones con lo que propone el otro. Soy partidario de apoyar todo lo que le sirva a mi país. Soy independiente, demócrata y libertario. Absolutamente partidario de la libertad, de expresión, del diálogo y de los acuerdos para aunar fuerzas en torno a un objetivo común. Quiero el desarrollo de Chile, pero un desarrollo que les llegue a todos y no sólo a unos pocos, que son los mismos de siempre. Quiero que la gente modesta y más vulnerable pueda también tener un vida feliz y más próspera en nuestro territorio, porque lo necesitan y se lo merecen Quiero justicia de verdad y no la actual que divide odiosamente sus decisiones entre ricos y pobres, castigando con más severidad a estos últimos. Deseo una nueva clase política, que reemplace a la de hoy que está totalmente agotada.

Quiero volver a creer en muchas instituciones que, en este tiempo, están absolutamente desprestigiadas y no por culpa de los demás, sino de los que las conforman.

Me interesa que mis compatriotas vuelvan a tener principios éticos, ideales no cumplidos y sueños por lograr y que no sea sólo el dinero el que dirija nuestras vidas.

Tiene que cambiar el mundo y nosotros también. Necesitamos mirar la vida de manera distinta, potenciar nuestros afectos y eliminar nuestros odios, que para nada sirven. Saludar una vida distinta dónde los adultos mayores sean respetados, los niños queridos y la gente sea más benevolente y más sana. Dejemos la violencia que para nada sirve y conquistemos un país más cariñoso, más fraterno y más feliz.

No es tan fácil, pero tampoco tan difícil. Es cosa que lo intentemos con decisión y con deseos de lograrlo.

¿No le parece?

Alfredo Lamadrid B.