Pasado ya el plebiscito, hay que sacar conclusiones para corregir, para apurar algunas decisiones, para entender lo que es más importante y lo que es más urgente.
Pasado ya el plebiscito, hay que sacar conclusiones para corregir, para apurar algunas decisiones, para entender lo que es más importante y lo que es más urgente.
Entre todas las apreciaciones, hay algo que resulta fundamental para la ciudadanía y eso se llama SEGURIDAD. No es justo que lo que ha costado tanto obtener, con ahorros, sacrificios y privaciones, le sean arrebatados a la gente honesta por la delincuencia en minutos con una violencia inusitada, lo que la hace hasta ahora, incontrolable.
La ciudadanía reclama una seguridad que hoy se ve amenazada totalmente. No es fácil la tarea, pero es indispensable abordarla de inmediato. La situación actual es de temor, en los barrios, las comunas, en las empresas pequeñas, medianas y grandes, en las personas y también en el comercio, aplastado por vendedores ambulantes ilegales y tantas situaciones que alteran la lógica marcha de la sociedad.
Quizás, no nos dimos ni cuenta cómo empezó todo esto, pero hoy la autoridad debe enfrentarlo y solucionarlo, ya que mañana puede ser demasiado tarde.
Ojalá, así sea.