Madrugaba la década del cincuenta cuando nos conocimos con Eduardo Ravani y Fernando Alarcón en el liceo Barrios Borgoño. Ellos. cursando primaria; yo, en humanidades. Gobierno de Gabriel González Videla y de los radicales. En tanto el mandatario se destacaba por su optimismo y radiante sonrisa, los correligionarios se caracterizaban por usar el cucharón de las coimas, alegremente. Quizá, ese ambiente juglaresco motivaba a ambos estudiantes a que en todas las ceremonias nos hicieran reír imitando a los fílmicos Laurel y Hardy o con su parodia en cámara lenta de un match de box. Actuaciones que, por lógica, culminaban con el aguerrido grito ¡B con A!
El mismo que días pasados resonó en la iglesia Nuestra Señora del Carmen en Ñuñoa para despedir al director y creador del Jappening con Ja y su gruñón personaje El señor Zañartu. Identificado absolutamente con la universidad del barrio Matadero, donde el oro jamás existió, como glosa su himno, una delegación de alumnos se hizo presente en la ceremonia fúnebre. No en vano, cuando ellos eran poderosos en TVN, a su plantel educativo dedicaron la teleserie juvenil De cara al mañana.
Con ja y sin Ja, títuló el Gordo hace un par de años su único libro. Haciendo honor a nuestra larga amistad, me pidió que lo presentara. El Flaco, ¡evidente!, fue otro expositor. Noblemente en sus páginas escribe que fui el primero en llevarlos a la televisión a producir un programa. Se llamaba U-65. El mismo año, Fernando debutó animando el dominical Visitas Musicales. Cuatro años después, 1969, regresando yo de perfeccionarme en la TV Francesa, Ravani me llamó para incorporarme a la naciente TVN, Así como Protab asistiera a Canal 13, Paparazzi Producciones fue la primera productora de la red territorial. Dos temporadas hicimos Telediario con Gabriel Muñoz, Cuatro en reportaje con Fernando Reyes Matta, Stadiovisión junto a Sergio Brotfeld y la Comedia Musical con Maitén Montenegro, Pepe Gallinato, Jorge Rebel. Laurel de Oro para esta última producción que adaptó obras literarias a la pantalla: La Cenicienta (Rose Van), Los Tres Mosqueteros (Pedro Messone), El cuento judío (Maijope), Médico a palos. Retirado Gallinato a Buenos Aires y Rebel a Venezuela, años después con Jorge Pedreros y Gloria Benavides nació el exitoso Jappening con Ja.
Eran más de las dos de la tarde para la misa fúnebre en plaza Ñuñoa. Ambiente de consternación. Decenas de artistas. Rostros emocionados escucharon en el altar mayor las palabras de adiós de una nieta de Eduardo; Fernando igualmente señaló frases dolidas. En nombre de sus excompañeros liceanos correspondió expresarme. Cuando recordaba los nombres de los profesores de Eduardo se sintió un temblor que remeció la nave central; simultáneamente la gente empezó a levantarse; apresurados, buscaban la salida. Desde el altar, por instinto de conservación, a lo mejor por la cantidad de sismos vividos, continué hablando como si nada. Empecé a pedir ¡Calma! ¡Tranquilidad! ¡Por favor no se apresuren! ¡Ya va a pasar! Y no sé qué precaución más. Lo que me queda claro, alcanzada la paz sísmica y ya viendo a los concurrentes en sus asientos, dije el tradicional ¡Y que Dios tenga a nuestro querido amigo Eduardo en su santo cielo!
Deseos que reitero en este momento y que ahora en la calma me parece que el temblor fue su última rabieta. Por algo sus actores lo apodaban Raviani. Agrego que si quieren conocer otra realidad de la televisión chilena, lean su obra. Es interesante saber, por ejemplo, su versión de lo que ocurrió en TVN enseguida del triunfo de la Unidad Popular o cómo los militares manejaron TVN después del Golpe.