LA FAMOSA CONSTITUCIÓN
“Yo sabía…yo sabía “, remarca la prima y la señora Lela le pregunta intrigada “¿Qué sabias tú”? La prima la mira, toma aire y le responde enrabiada. “Yo sabía que estos politiqueros de los parlamentarios iban a empezar a discutir y a demorar la confección de la Constitución”. La señora Lela, pacientemente le asegura: “Es mejor hacer las cosas bien y sin apuros”. La prima toma su cartera y se apresta a salir, pero antes dice: “Tú siempre le buscas el acomodo a todo”. Sale y da un portazo. La señora Lela hace un gesto de resignación y enciende el televisor
EL FÚTBOL Y SUS DERIVADOS
“El fútbol se ha convertido en un negocio rentable y fácil. Es un deporte y aún sigue siéndolo, claro que no sabemos hasta cuándo. Aparecieron los representantes, que hoy son más importantes que los jugadores y cobran más dinero que nadie. Hay uno que se ufana de manejar 100 futbolistas. Los dirigentes hoy comercializan situaciones para su peculio. Si no fuera así, Sergio Jadue no estaría tanto tiempo veraneando en Miami. Los muchachos jóvenes de las divisiones inferiores no sueñan con camisetas del equipo de sus amores, sino con que auto nuevo convertible 4 puertas, van a comprar cuando tengan éxito o con irse al exterior, triunfar y defender la camiseta que pague más. Los árbitros están cuestionados y así la corrupción invade el Estadio y hace más de un gol, mientras los hinchas entran a la cancha y destrozan el recinto”.
“Uyyy que habla bonito usted caballero”, dice la prima y la señora Lela, más recatada asiente. “Lo peor de todo, es que es verdad lo que dice”, concluye.
La prima arenga: “no voy más al Estadio”, mientras la señora Lela remata; “y yo
Tampoco”.
LA TELE…UNA LATA
“Oye prima, que está fome la tele”, comenta la señora Lela, y la prima le responde, mientras se prepara un café “fomísima, se les pasó la mano y en la noche no hay nada que ver”. Hay un silencio y la señora Lela remata irónica: “Prefiero ver una película en Netflix. Es más entretenido y no tiene comerciales”.
Las dos se miran y algo ruborizadas confiesan: “A nosotras no nos gustan las latas, entrevistas hechas miles de veces, con los mismos entrevistados. Además programas de chef de cocina, repetidos y creados en otras partes y también concursos de imitadores o de cantantes aficionados. Siempre lo mismo”.