En la pirámide de alimentación saludable que ofrecen los nutricionistas, el pescado está presente. Está considerado un alimento básico para el desarrollo de los niños y para el aporte de nutrientes en todas las edades.
Se aconseja consumir entre dos y cuatro raciones de pescado por semana, alternando entre los magros (blancos) y los grasos (azules). Sin embargo, se alerta sobre el riesgo del consumo de algunas especies debido a su alto contenido de mercurio. En concreto, esta advertencia hace referencia a pescados de gran tamaño, y desaconseja su consumo o lo limita, según el caso, sobre todo a embarazadas y niños.
El pescado es un alimento nutritivo, delicioso y saludable. Se prefiere su consumo antes que el de la carne roja. Cuenta con alto contenido en proteínas y aporta todos los aminoácidos que el cuerpo necesita. Mantiene los tejidos, órganos y sistema de defensa en perfectas condiciones.
Además, nos proporciona grasas cardiosaludables, las llamadas Omega 3, que reducen el colesterol malo y los triglicéridos, disminuyen la presión arterial y mejoran el desarrollo neurológico. A su vez, el aporte calórico del pescado es bajo porque no tiene más que un 5% de grasas, que además son del tipo insaturado.