EL PLEBISCITO UN EJEMPLO
No hay duda que el plebiscito recién pasado fue un ejemplo de responsabilidad cívica y de asistencia, ya que el voto era obligatorio. Los ciudadanos asistieron con seriedad a emitir su sufragio y los ganadores, en la noche, celebraron sin saqueos ni destrozos innecesarios.
“Así hay que celebrar, con alegría y sin destrozar la ciudad“, le dice la prima y la señora Lela la observa y le responde con decisión: “Hay que ser educado en el triunfo y en la derrota”. La prima se sonríe y le agrega: “No es tan difícil, aunque a nosotros se nos ha olvidado últimamente“. La señora Lela remata: “Se nos han olvidado tantas cosas, que mejor ni hablar de eso”. Ambas se ríen y se van a la cocina.
FARANDULITIS CHILENSIS
La farándula no tiene límites. La señora Lela encuentra que “El discípulo del Chef” fue fome porque no tuvo peleas, problemas, amoríos inesperados, cahuines y conventilleos de selección.
La señora Lela le dice a su prima “No me gusta la farándula chilena. Es muy pobre y muy mediocre. Si me hablaran de grandes estrellas, como Antonio Banderas o Jennifer López, te creo, pero no de estos picantes que no conoce nadie”. Y la prima asiente y le agrega: “No tienen ningún valor los chilenos y ni siquiera son entretenidos”. Las dos callan y se miran con complicidad
LA RISA SE AUSENTA DE NUESTRA VIDA.
La señora Lela entra a su casa, donde la espera su prima. “Vengo amargada. Hacía tiempo que no salía y las calles de hoy no son las mismas”. La prima la interrumpe: “¿Por qué? No te entiendo”. La señora Lela continua: “La gente anda muy seria y amargada. Por todo se molesta y la neurosis la domina”. Su prima le contesta que no es para tanto. “¿Cómo qué no?”, le dice la señora Lela y añade: “Y para qué hablar de los automovilistas y la locomoción. Esos se atacan verbal y físicamente por cualquier cosa. Te digo más, la risa y el buen humor desapareció de nuestras calles”. La prima le señala: “Definitivamente estás exagerando Lela. No es para tanto; tú siempre, prima mía, exageras todo“. La prima pone música y la señora Lela se va a su pieza.