La verdad absoluta… por Alfredo Lamadrid B.

Todos sabemos que no existe. Sin embargo, continuadamente la aplicamos sin contemplaciones.

Se nos olvida que las verdades personales van cambiando con el correr de los años y de los desafíos a que nos lleva nuestra propia existencia. Lo que ayer nos parecía inteligente y sensato, hoy ya no lo es tanto y así, casi sin darnos cuenta, nuestras verdades van cambiando o se van modificando. Unos lo llaman experiencia, otros madurez y más de alguien afirma que es crecimiento personal.

Llámese cómo se llame, nuestras verdades van variando con los avatares de nuestra existencia. Por lo mismo, es indispensable en la vida dar lugar a otras verdades, escucharlas, razonarlas y entenderlas, para confrontarlas con las nuestras y sacar de ambas lo más positivo. Eso indica la lógica, ya que lo demás es fanatismo y ceguera inapropiada. O, por último, un signo de superioridad sobre los demás, difícil de aceptar en el mundo actual.

Escuchemos a los demás y aprendamos de ellos, sin transar valores ni principios que nada tienen que ver con la verdad y menos con la verdad absoluta.

Los dueños de estas verdades pertenecen a otra época, a una época que felizmente dejamos en el pasado.

Ojalá que para siempre.

Alfredo Lamadrid B.