Se perdió el asombro por Alfredo Lamadrid B.

Hay tantas cosas que en tiempos pasados nos habrían sorprendido y que hoy ni siquiera nos asombran.

Entre ellas, el crimen de Tomasito que no está claro. Ha pasado mucho tiempo y todavía no se sabe realmente qué sucedió. Recuerde usted que el asesinato de Matute Johns en Concepción no se descubrió nunca. La muerte de la detective Valeria Vivanco, donde se cruzan diversas hipótesis y algunas tienen que ver con la seriedad profesional de la PDI, donde el ex mandamás se encuentra involucrado en el uso de dineros fiscales para su patrimonio personal. Para qué hablar de las apropiaciones indebidas en Carabineros y el Ejército. ¿Quién nos defiende entonces, si nuestra seguridad se encuentra dirigida por personajes corruptos?

Los políticos no se ponen de acuerdo en nada y su intolerancia con el que piensa distinto resulta llamativa. Si todos los que participan en esta área quieren el bien de Chile, no sería posible que exista un mínimo de acuerdos entre ellos. No señor y señora, todos son dueños de la verdad absoluta y lo que más les interesa es ganar la elección y llegar al poder.

Y las jubilaciones, la salud para ricos y pobres, la educación, los problemas de la Araucanía, la seguridad, la delincuencia, las tomas por la falta viviendas, los abusos, la droga que maneja muchos ámbitos que no imaginamos y tantas cosas más que nos inquietan diariamente siguen estancadas en el parlamento por años.

El ciudadano común vive ahogado en el estrés, en el temor a perder el trabajo, en su falta de sueños porque son imposibles de lograr, en sus interminables viajes en el transporte público, en un sueldo que no le alcanza y finalmente en una vida sin horizonte y sin futuro.

Se da cuenta usted que se perdió él asombro y no nos dimos ni cuenta.

Una lástima.

Alfredo Lamadrid B.