El Chile que no conocíamos

Usted estará de acuerdo con que este país actual no lo conocíamos, ni siquiera lo sospechábamos. La delincuencia está desatada, personas que organizan fiestas ocultas se enfrentan a la autoridad con agresividad y con violencia, el respeto no existe, mucho menos la obediencia a las normas que exige la Pandemia mundial. Los políticos, como siempre, hablan y discuten sin llegar a nada y demoran medidas indispensables para la subsistencia de parte importante del país. Pareciera que sólo les interesa la próxima elección. El Gobierno se niega a una ayuda universal y sigue otorgando bonos, préstamos y entregas de dinero a los que logran sortear la letra chica de estas ayudas, que definitivamente son insuficientes.

Los delincuentes están de fiesta con los asaltos, lanzasos, abordazos y portonazos, mientras la población pide ingenuamente seguridad, en un país done la vida no vale nada. Todo este panorama desolador, se une a los desfalcos en Carabineros y Ejercito (quizás cuántos más hay en otras instituciones) y la corrupción y el narcotráfico aumentan día a día demoliendo un territorio, más de lo que está.

Ante todo esto, la religión católica guarda silencio, al igual que otros credos, desprestigiados por sus propios errores y desaciertos

Frente a este panorama desolador crece inevitablemente la desconfianza y ya nadie cree en nada.

¿Conocía usted este país? Este es el Chile de hoy, por si no se había dado cuenta.

Hay mucho más todavía en un país que perdió la honra.

¿Podremos recuperarla?

Alfredo Lamadrid B.